martes, 15 de marzo de 2011

Universos Paralelos I

La teoría más interesante la cual recurre mucho en los universos paralelos, sería la de Hugh Everett (IMM). Hugh Everett creó esta teoría como una solución al problema de medición de la mecánica cuántica. Desde un punto de vista lógico la construcción de Everett evade muchos de los problemas asociados a otras interpretaciones más convencionales de la mecánica cuántica, sin embargo, en el estado actual de conocimiento no hay una base empírica sólida a favor de esta interpretación. El problema de la medida, es uno de los principales "frentes filosóficos" que abre la mecánica cuántica.

Hoy en día, unos científicos de california afirman que los estados cuánticos son observables con el ojo humano, esto abre las ventanas hacia la posibilidad de viajar en el tiempo (Como una opinión personal. Si logramos viajar en el tiempo, pienso que solo lo lograremos hacer hacia el pasado. Hacia el futuro me parece imposible, ya que se supone que el futuro no ha sucedido y nuestras acciones no lo han determinado.)

Energía Orgonica

La demostración de la existencia de la energía biológica llevada a cabo por Wilhelm Reich entre 1936 y 1956 es el descubrimiento más importante de los últimos siglos en las Ciencias Naturales.

Reich dio un gran paso adelante cuando logró demostrar objetivamente la existencia de la energía orgón (demostrable visualmente, térmicamente, electroscópicamente y mediante contadores Geiger-Müller), como prefirió llamar a la vieja energía vital, y también al lograr desarrollar métodos para concentrarla y utilizarla con fines experimentales y terapéuticos.

Los momentos y lugares claves de esta investigación sobre la energía y la forma de utilizarla fueron: en Noruega ( Oslo) entre 1936 - 1939 y en Estados Unidos ( Maine), desde 1940 hasta 1956.

La energía orgónica es un supuesto tipo de "Energía Primordial Cósmica". Reich aseveró que la energía orgónica es omnipresente y que con ella se explican cosas como el color del cielo, el fracaso de la mayor parte de las revoluciones políticas, clima y un buen orgasmo. En los seres vivos, esta energía se llama bioenergía o Energía de la Vida.La existencia de un tipo específico de energía que dirige y mantiene la VIDA ha sido teóricamente asumida durante largo tiempo por muchos científicos y filósofos naturales. W. Reich consiguió conectar hechos conocidos y nuevos descubrimientos que él coordinaba con los hechos cono­cidos, de tal forma que la existencia de una Energía Vital Específica hizo concretamente demostrable, utilizable y medible. La Energía Orgónica es el nombre dado por W. Reich a esta específica energía vital dentro de los organismos vivos, la existencia de una energía orgónica fuera de los organismos vivos, en la atmósfera, fue también demostrada. La ener­gía interna a la vida se deriva de la Energía Orgónica externa de la atmósfera. Esto es bastante lógico, puesto que nada puede existir dentro de los organismos vivos que no existiese ya previamente en el entorno de los organismos vivos.
¿Cuáles son, en concreto, los hechos que prueban la existencia de esta energía vital universal?
Con vistas a comprender los abundantes hechos conocidos y fenómenos relacionados con la existencia de una específica energía vital, es necesario abandonar varias ideas erróneas del pensamiento científico.

Transhumanismo

El transhumanismo, no es más que una nueva cultura popular, la cual especifica que el ser humano puede alcanzar un gran potencial con la tecnología, pero como con cualquier tipo de avance tecnológico, existen los prejuicios sociales.

Imagínense un mundo en el cual las personas no enferman, incluso evitar el envejecimiento. Esto sería un gran paso en la evolución del ser humano actual, la biotecnología, nos hará más fuerte, inteligentes, rápidos, una mejor humanidad en la cual podríamos incluso tener menos impulsos hacia la violencia.

Según los transhumanistas, los seres humanos deberán sustraer su destino biológico del ciego proceso evolutivo, para pasar a la siguiente fase como especie.

La tecnología nos permitirá pronto resideñarnos a nosotros mismos y el transhumanismo es la primera cultura de este cambio. Nuestra especie no cambiará en el futuro por una lenta evolución biológica, sino por una nueva, rápida y directa evolución tecnológica que nos permitirá rediseñarnos a nosotros mismos en muchos sentidos. Esta aproximación futurista es conocida como transhumanismo y se basa en la premisa de que la especie humana no representa el fin de la evolución, sino el comienzo. La humanidad ya está empezando a conocer las implicaciones de esta evolución tecnológica, particularmente aquellas en el área de la moral. Es el camino hacia el demiurgo racional permanente en el espacio y el tiempo.

La cultura popular está familiarizada con una nueva terminología: ingeniería genética, cyborgs, inteligencia artificial, singularidad, posthumanismo. El término posthumano parece estar ganando más y más importancia año tras año, especialmente en los medios y círculos académicos, y entre la tecnointelectualidad.

Ya que estamos empezando a estar en la onda del rediseño humano, el destino es todavía muy desconocido. Pero a pesar de todas las preguntas no contestadas, tenemos unas cuantas pistas que nos pueden ayudar a especular sobre lo que realmente queremos decir por organismo posthumano -incluso siendo conscientes de que, con toda posibilidad, no nos espera un solo tipo de posthumano, sino varios.

Vamos a reinventar nuestras constituciones biológicas e introducir silicio, acero y microchips dentro de nosotros. Algunos quizás escojan residir como patrones de onda conscientes, mientras otros se convertirán a sí mismos en robots perdurables y lanzarse al espacio. Simultáneamente, crearemos formas de vida completamente nuevas, incluyendo la inteligencia artificial, incluso quizás una conciencia global.

El monopolio de la Humanidad como la única forma de vida consciente en el planeta pronto llegará a su fin, reemplazado por un gran número de reencarnaciones posthumanas. Además, la forma en la que nos rediseñemos a nosotros mismos podría cambiar fundamentalmente las formas en las que nuestra sociedad funciona, y plantear una cuestión crucial sobre nuestra identidad y moralidad como seres humanos.